- Área: 230 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Santiago Robayo
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Proveedores: Arkos, Baldosas la 73, Ladrillera Melendez
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa taller Croquis es un espacio concebido por y para una familia de jóvenes creativos que le apuestan a la idea del diseño cotidiano y que gestionan las oportunidades a partir de ejercicios colaborativos. El taller, especializado en ropa, accesorios y piezas únicas pintadas a mano, hechas a la medida y con procesos propios, tiene como propósito desde hace 18 años brindar oportunidades de empleo a mujeres trabajadoras que han desarrollado su potencial creativo siendo madres cabeza de hogar y habitantes de sectores marginados de la ciudad. Esta búsqueda de empoderamiento de la mujer como fuerza productiva es una premisa de inclusión social que la marca Croquis ha logrado imprimir en sus productos. También, la manera de concebir su propio hogar rescatando valores como la informalidad y el diseño por necesidad propios de los contextos de escases. La disponibilidad espacial de la vivienda hacia la unidad productiva y la autogestión, es un principio de sostenibilidad propio de los sectores sociales más necesitados que pueden ser trasladados y adaptados con cierta formalidad a otros estratos sociales como lo demuestra la casa taller Croquis.
Con esta idea de autoconstrucción los propietarios encargan el proyecto, el cual se diseña casi todo en obra en consenso con todos los actores creativos y no solo por los arquitectos. Diseñar para que otras cosas sucedan si tienen que suceder, con cierta espontaneidad y más allá de los planes, es una premisa que va en busca de un espacio vivo y significativo, cargado de inclusión y con la identidad de sus propietarios.
La decisión de buscar el vínculo con lo productivo hace que la vivienda sea introvertida y ocupe el modulo posterior de la casa; por esta razón la vivienda esta provista de dos patios internos que sirven de soporte de vegetación y proveen la calidad espacial y ambiental necesaria para hacerla más acogedora, logrando niveles de confort adecuados por medio de su iluminación y ventilación natural.
Con la necesidad de crear un lugar apropiado para el trabajo del taller, esta noción del espacio confortable propone en el segundo piso del módulo de cara a la calle una fachada calado que enfrente el asoleamiento de la tarde, que controle las incursiones solares directas en el espacio y que evite las ganancias térmicas favoreciendo la ventilación cruzada. Este elemento permeable, construido como un tejido de bloquelones de ladrillo, comúnmente usados para aligerar losas, es una solución creativa y económica, que además de dar una imagen potente a la marca, está acorde con intenciones propias del proyecto como lo son la austeridad y la multifuncionalidad de todos sus componentes.
Finalmente, y considerando las variaciones económicas temporales que suelen afectar a los creativos, en el primer piso con extensión al antejardín se proyectan dos locales comerciales independientes para alquiler, que sirvan de apoyo económico a la vivienda, que la haga sostenible en los tiempos difíciles y que le permita establecer una relación de apropiación con la calle y el vecindario dejando ver lo que sucede en el interior y proyectando su disponibilidad.
Con la idea de casa como espacio significativo y propio, construido en el tiempo para que suceda lo cotidiano, los propietarios han logrado hacer que la materia prima de este proyecto sea la vida misma, la que tantas veces ha escuchado la palabra crisis, pero que también resilentemente ha logrado sobreponerse al conflicto de todos los días para materializar el lugar donde prospera la familia.